lunes, 13 de mayo de 2013

El curso natural de las cosas









































Todos tenemos nuestra propia historia, pensar en ella hace que recordemos aquellos datos o fechas importantes para nosotros, pero si la tuvieramos que contar citaríamos solamente aquellos que la hacen interesante y curiosa para los demás.
Podemos contar nuestra propia historia (autobiografía) o la de otra persona (biografía) incluso la de un hito histórico (cronografía), un proceso de fabricación, etc. Podríamos resumirla y representarla, trazando un esquemático dibujo con una linea de tiempo que nos ayudaría a contarla a los demás. Lo podemos hacer utilizando diferentes modos y medios, es lo que los expertos llaman como transmedia: contar la misma historia de formas distintas.


Esto es lo que hemos hecho cuando se nos planteó que teníamos que contar a un público, preferentemente infantil que va a visitar el Aula Medioambiental de la Planta de Lliria, el camino que realizan los residuos. Qué pasa cuando los depositamos en su contenedor correspondiente (orgánico, papel, plástico o vidrio). No lo vemos pero sabemos que hacen un recorrido hasta que llegan a la Planta de reciclaje. Así que para verlo y entenderlo mejor, creamos una historia con unos personajes, que se mueven dentro de una maqueta. La acción se narra y continúa sobre unos paneles en los que los personajes plantean juegos de magia, códigos secretos, de recorridos, lanzamiento en canasta, etc... a los niños que visitan este Aula.


Estos personajes, son dos niños Mateo, Martín y su perro Pipo, cada uno recicla a su modo, Martín separa, pero Mateo no. Son vecinos y viven en la misma calle, de un mismo pueblo, de una misma comarca o región. Martín, facilita el trabajo, separando ya en su casa, así el camino resulta más corto y directo. Pero Mateo no separa, y hace que el camino resulte más largo y dificultoso, su bolsa tiene que llegar obligatoriamente a una planta de residuos donde los tienen que separar.


Así pues en el Aula hay una gran maqueta de 4 metros para jugar, en la que aparecen Martín y Mateo, sus casas, su calle, su ciudad (con árboles, contenedores, coches, autobus, etc...) en las cercanías también hay un ecoparque donde poder llevar los resíduos peligrosos. Y diferentes juegos para que los niños vean como se separan los resíduos en la Planta de Tratamiento. Esta es la mejor manera para que los niños aprendan a través de su própia vivencia.


Para poder materializar todo el proyecto hemos tenido la suerte de contar con un equipo tremendamente profesional que ha permitido llevarlo a cabo con un gran resultado (Océano naranja---maqueta y Aplikados---Impresión+corpóreos).

En el proceso de documentación nos han inspirado grandes ilustradores como Ali Mitgutsch, Rotraut Susanne Berner, Mitsumasa Anno o Vincent Mathy.

Los que van a poner en práctica y valorar si todo funciona van a ser los niños, pronto lo sabremos.