lunes, 8 de septiembre de 2014
Diseñando un Bosque
El bosque es un terriorio común para cualquier apasionado de los cuentos. Nosotros acudimos hipnotizados ante su llamada. Porque es al mismo tiempo un lugar bucólico y acogedor con el día pero la noche lo convierte en desconocido y tenebroso.
Representarlo cada vez supone adentrarnos en él y observarlo con detalle desde diferentes perspectivas. No deja de ser un lugar mágico y enigmático que siempre nos revela misterios.
Esta vez "el bosque" emerge en la boca de un escenario teatral, y es el territorio donde discurre una increble historia que habla de la existencia, de enfrentamientos, necesidades, de soledad,... Se trata de una adaptación coreográfica dirigida por Michèle Dhallu y su Compañía de Danza Carré Blanc (Francia), de la obra teatral de Stéphane Jaubertie "Une Chenille dans le coeur" (Una oruga en el corazón) Una historia con muchas similitudes en cuanto a estructura, símbología y personajes con un cuento o leyenda mitológica.
Por este motivo este bosque es dinámico, infinito, la noche lo transforma y se mueve con ella al igual que la luz proyecta una sombra y corre siempre junto a ella. El bosque lo forman unos árboles cuyos troncos (estructuras modulares) son apilables e intercambiables entre sí, cosa que hace que núnca sea el mismo.
La corteza de estos árboles está marcada o surcada por unos caminos que dibujan su superficie y que recuerdan el recorrido que hacen las plagas por el interior de su tronco. Estos caminos agujereados dejan pasar y jugar con la luz.
En nuestra memoria queda un comentario de Pedro que al final de un día de trabajo en el caluroso mes de agosto, contemplando los árboles que el mismo había cortado, dijo: "Son de cartón, pero tienen el alma de un árbol".
Estas imágenes documentan el proceso, desde la concepción, realización de pruebas y maquetas hasta la producción definitiva de todas las piezas que conforman la escenografía. Esperamos mostrar pronto imágenes de la escenografía completa sobre el escenario, con los actores/bailarines y con el trabajo importantísimo de iluminación.
Ha sido un reto conseguir que los modulos que forman los árboles y resto de la escenografía fueran desmontables y que se ajustaran además a las dimensiones del transporte.
Han sido referencias o inspiraciones en el tanscurso del proyecto:
- Los dibujos de la Tribu Mursi de Etiopía.
- Ishu Patel, animador indio que trabajó en la National Film Board of Canada.
- Francis Picabia, La escenografía que creó para el ballet "Relâche" en 1924.
- Las tramas de puntos, propias de los procesos de impresión.
- Las Películas dadaístas de Man Ray.
- Yayoi Kusama, ¡Cómo no!
Y otras tantas que quedan en el inconsciente.
Os recomendamos otra entrada de nuestro blog donde mostramos como tuvimos que representar un bosque laberíntico.
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2 comentarios:
Cada bosque de milimbo es menos bosque y más personaje.
El bosque es otro personaje, sin duda
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