jueves, 14 de julio de 2011

Érase una vez...






























"Érase una vez..." Así empiezan casi todos los cuentos. Hablar en pasado para rememorar historias que sucedieron y que tal vez le pueden ocurrir de nuevo al lector que escucha atento ante la narración de cuento tradicional o de hadas. Hemos querido utilizar ésta manera de contar, la de los cuentos, utilizando un lenguaje simbólico, para hablar de la "memoria" (de nuestra propia identidad, de lo que somos y lo que fuimos). En éste proyecto para Fedrigoni (Fedrigoni Club) curado bajo la atenta mirada y profesionalidad a la hora de materializarlo en "libro" del estudio PalauGea, se trata de un libro que
consta de dos partes.

La primera parte es un descripción de los personajes...
"Érase una vez...
Unos cerdos que una fortaleza tenían por morada
Un pobre lobito que su desdicha lloraba
No mires atrás hermanita
Mañana no serás princesa
Un principe que se hallaba desencantado
pues una terribles hermanas lo aclamaban
Y unas brujas aburridas sus hechizos añoraban
Un ogro que con la rana conversaba...

Y la segunda que se abre con un puerta, es la historia en sí. Éstos personajes aparecen en un enorme desierto, caminan juntos intentando salir de él. Y en su travesía un buen día escuchan voces, parecen de niños...descubren entonces que se encuentran ante un gran valle dónde llega cada niño que hemos sido, y ya hemos olvidado. El "mundo de lo imaginario" se encuentra con la "infancia" ésto provoca una alegría y una inmediata reflexión. Se trata de un reflejo de lo que nos ocurre a los adultos, tendemos a olvidar a perder la capacidad de soñar, de ser niños. Siempre estamos a tiempo de escuchar esta voz y esa mirada de la infancia.
Todas estas historias han llegado hasta nosotros a través de la oralidad, pero muchas de ellas también gracias a la permanencia de los libros. Y gracias a los libros nos han llegado historias de otras culturas, lejanas, extrañas, mágicas. Éstos personajes encontraron su propio paraíso, un lugar que surgió de un minúsculo punto. El lugar al que debemos volver para buscar nuestras raíces, nuestras experiencias primarias. "Érase una vez...un punto que abría
un gran fín".

Éstas son algunas imágenes del libro, está impreso utilizando diferentes técnicas de impresión (tintas, barnices, flocados, estampings, troqueles...) Y se han utilizado diferentes papeles de la casa Fedrigoni. Qué satisfactorio trabajar así!