Nada mejor que dar fe de este increíble hallazgo biológico mostrando las imágenes que lo documentan. Estas criaturas que ya cobraron vida con nuestro juego "Phylum Fastasticum", han mutado en nuevas supra especies de sobredimensionado tamaño. Desarrollado tentáculos, multiplicado sus extremidades, aflorando nuevos dientes, pinzas, antenas, y aguijones.
¿Habrá sido debido a su necesidad por adaptatarse al nuevo medio o estamos ante nuevas mutaciones genéticas?.
Seres inclasificables, jurásicos, ciclópeos, han dejado en shock a la comunidad científica y lo peor de todo, que andan sueltos entre nosotros. Solo los niños son capaces de hacerles frente. He aquí el resultado de este enfrentamiento. Ha sido durante la celebración de Libros Mutantes (Festival de Edición Independiente) en La Casa Enciendida, Madrid.
En un abrir y cerrar de ojos ya estamos detrás. Y cuando todo se
hace sombra, se abre un foco que determina nuestro tiempo de vida,
seres inertes se precipitan torpes y bailarines hacia aquella luz. Nada más emocionante que andar de la mano de un ser de cartón, que
nos mueve a su antojo y nos da vida en aquel mundo de sombra. Y esperar cada noche hasta que llegue el momento. Detrás del tamiz
todos los seres se hermanan en una misma monocromía. La verdadera esencia de la vida es poder transitar de uno y otro
lado de aquel telón.
Hace unos días tuvimos la suerte de experimentar esto mismo en un
taller, pasar de un lado a otro en un abrir y cerrar de ojos. De
un lado imaginar y construir cada uno de nuestros personajes para
del otro lado darle vida.
Todo ocurrió en el taller que preparamos junto con nuestra amiga Violeta Lopiz, en en Festival Octubre (Ayora), el hilo conductor
fue el miedo, la noche y las sombras. Una historia de miedo les
introdujo en nuestro taller y una vez en el espacio vieron como
algunos esqueletos, murciélagos, lobos y otros seres de ultratumba
danzaban y les llamaban a que se unieran en este ritual. Y de este
modo nos iniciamos, recortando y descubriendo modos de unir,
articular y mover dando vida a nuevos seres. Un telón improvisado
se convirtió en nuestro escenario donde probar efectos de luz,
transparencias, reflejos y sobretodo movimiento. Entre todos nos
pusimos a construir la historia, hablando y haciendo un storyboard
con los personajes y escenarios que habíamos creado. Y de este
modo solo faltaba esperar a la noche y dar vida a los personajes
que los niños y niñas habían realizado durante nuestro
taller. Y sonó el reloj, y los esqueletos salieron de su tumba. Y
fue mágico ver aquella danza de sombras, en la que no estabamos
seguros de quien manipulaba a quien.
Un aplauso grande a todos los
niños que construísteis esta maravilla: Paula, Germán, Raúl, Theo,
Ela, Empar, Marc, Maia, Nicolás, Eli, Nacho, Violeta, Trini y el
gran Joan Colomer a la guitarra. Todo hecho por y para los niños.